Si alguna vez rinde al abatimiento
como si fueras arrastrando cadena;
como si fueras arrastrando cadena;
tendrás cien razones
en tu alacena,
sin servir la carne
de aislamiento;
Porque la lluvia de
hostigamiento,
aflige el alma con
gran desatino;
y entre la gran
maraña adivino,
con las alas batir
el sufrimiento.
El azar, jamás marca
el camino,
si nunca te enfundas
en su armadura,
al fin y al cabo…
eres aerobio,
y... decides tus
cartas con buen tino,
desatando al final
la atadura;
transformándote en
anaerobio.
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