Tiene Isabel un conejo,
saltarín y juguetón;
con poco pelo y pellejo,
que se escapa del cajón.
Con unos bigotes largos,
y un hocico muy tristón;
se desespera buscando,
en su triste desazón.
En busca va el conejo,
comer algo a la sazón;
una gorda zanahoria,
que quite esa abstención.
Abre y abre su boquita,
sin que tenga solución;
que solo le entran las moscas,
y algún que otro abejón.
Hasta sus preferencias,
ha bajado del listón;
ni zanahorias ni nabos
lo que vea… del “tirón”.
Para eso esta dispuesto,
el conejo muy glotón;
a morder a sus adversarios,
y buscar la solución.
Que a la boca no se lleva,
ni un triste champiñón;
y lo veo disecado,
por simple desnutrición.
El conejo de Isabel,
se esta volviendo gruñón;
pobrecito el conejo,
morirá de inanición.
(En toque de humor....)
Mariola López
Pobre conejo, no Mariola?
ResponderEliminarBonito poema muy tierno y con un poco de humor como tu bien lo indicas.
Un abrazo
jajajaajajajaja
ResponderEliminarCarmen cielo...eres un solete de mujer jajajajaj
Es que hoy... me sentí muy traviesa!!! y bromista, con esta segunda lectura jejejejeje
Como buena andaluza...(de Cádiz) le sacamos punta a todo, y hay que leernos entre líneas.
De verdad...que eres un solete de mujer!!!
Un gran beso enorme!!!
Mariola
Que bello ese conejo de Isabel! Necesito saber si Isabel le corta sus bigotes y porque le permite comer moscas y abejones? Las moscas son para los peces que mueren por la boca. Ese conejo con su piel de terciopelo que pasa las horas a sola jugando con un Isabel se merece su buena Zanahoria.
ResponderEliminarMe encanta! Le ganastes a Dr. Seuss y Horton Hears a Who.
Ahora siempre recordera la Bella Que Era Isabel jugando con su conejo mientras so~aba con el.
jajajajja espinar...¡¡muy agudo!!
ResponderEliminarLa verdad que me vi inspirada ...en alguien, y no tuve mas remedio que escribir..!!
Un gran abrazo
Mariola