Cuando me miras, me fascino,
tú eres mi noche, yo seré tú día,
quiero que me abraces con osadía;
en tus sueños de deseos te ilumino.
Mi vida junto a ti bien la imagino,
repleta de ternura y armonía;
tus caricias al oído melodía,
el contacto con tu cuerpo adivino.
Quiero entre tus brazos morir de amor,
tus poros que besen sin jamás parar,
siendo en mi cuerpo el eterno morador.
Necesito el cariño que quieres dar,
tu pasión y desvelo es adulador;
a partir de ahora te voy a adorar.