No soy ninguna princesa,
de las que van por palacio;
ni quiero hallar un batracio
que de sopetón lo
besa.
Ni soy una baronesa,
que con lujos, gustos sacio;
que voletea en el
espacio,
cual mariposa burguesa.
Que tengo los pies en el suelo,
y no poseo carroza,
emprendo mi propio vuelo,
como sutil mariposa
y yo misma me consuelo
y salgo total airosa.