De mi alma fluyendo este soneto,
por alguien que el corazón me ha robado;
en la puesta de sol apaciguado,
y sin querer emanó éste cuarteto.
Sus ojos deslumbraban al completo,
sus labios, besaban acompasado;
el susurro al oído confesado;
mientras el mar me decía su secreto.
¡Que dulce melodía yo oía!
Que dulce la mañana despertada...
Para enlazar la noche con el día.
¡Por fin! me siento ya agraciada.
¡No quiero abrir los ojos …!Aún no podría!
Sentir...que soy hoy afortunada,
que contigo me siento "abrigada";
con infinito amor que me procesa,
convertida en tú única princesa.
Mariola López