Ultrajada así te sientes en tú mente,
intenso dolor también te acompaña;
al correr por tu cuerpo esa alimaña,
pronunciar su nombre ves impotente.
El espejo te grita: es evidente.
Y bien contigo la vida se ensaña,
parasita en ti la telaraña,
que tu cuerpo permite anuente.
De sacar fuerzas te ves impotente,
por ti todos lo sufren en tu entorno;
pareciendo ser autosuficiente.
Al cáncer de mamas haces soborno.
resurgiendo fuerzas adoleciente;
eludiendo la apatía del trastorno.
Mi dedicación especial a todas las que han sufrido o sufren en estos momentos, cáncer de mamas: