El perfume, como fuente emana,
y en el aire ya huele a fantasía,
cuando se cumple esa profecía,
que hasta alma y la mente nos sana.
Enamorado corazón, se ufana,
y los ojos en plena analogía;
seducidos rebosa ambrosía,la pasión,
que sin freno la hilvana.
Entre rosas, petunias y azaleas,
impetuosos y vibrantes colores;
envolviendo en las dulces mareas.
Que desprende el calor de esos amores,
con caricias y besos ronroneas;
desprovistos de recato y pudores.