Hambre tiene mi piel de esa caricia,
que en tus dedos sean ese sueño,
tus fantasías profunda ser dueño,
y destapar toda tu inocencia.
Sin reprimir lasciva apetencia,
cuando te dedique con gran empeño,
de tropezar con placer no pequeño,
disfruten mis labios con excelencia.
Son momentos mágicos de
“la luna”,
que nos embruja con sus sensaciones,
nos cubre del manto de la fortuna.
El corazón se llena de ilusiones
y de las penas…no queda ni una:
Prende la llama en los corazones.