Hoy, quiero caminar sola
por las calles de adoquines mudos,
entre el gentío ciego que se cruzan.
Hoy, me visto con mi soledad
y me desnudo de mis miedos,
ante los hastíos de las aceras,
y testigos de ciegos pájaros
en vuelos.
Hoy, ya no queda espacio, ni horas,
el reloj de la
espera, no tiene manillas
se escurre el tiempo,
entre los dedos de mis quimeras.
Hoy, camino sabiendo
que no tengo más abrigo,
que la manta que me hilé,
ni más cobijo, que el raso cielo azul
de aquel manto de
estrellas.
Hoy, ya no oiré, los perros ladrar
a mis espaldas,
se difuminaran sus
gruñidos
como volutas de humo.
Hoy, focalicé, el sendero
y…caminaré simplemente,
aunque en mil y una piedras trastabille.