La
felicidad comprar no se puede
tampoco
aún puede ser vendida
de
llegar un dia ser admitida
y
vivir el instante si sucede.
De
pequeños momentos si procede,
compone
la dichosa requerida;
no
siempre acude la amante bandida,
que
acusa de mirada "distraída".
Yo
solo me conformo con momentos,
que
incremente “alegría” a mi talle,
y a mi
mente…muy bien me la cultive.
Que le
de alas a mis pensamientos,
y en
la dicha no escatime el detalle,
hasta
“llorar” de reírme inclusive.